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Curso JCI de oratoria

Parte I: Necesidad de estudiar la propia voz y su expresión.

Parte II: Concentrar actividad para tener confianza.

Como en cualquier actividad física, en que las variadas funciones de las extremidades juegan su papel, y al ser cuidadas mejorarán sus funciones, así, en lo referente a los métodos para lograr una conversación efectiva, al mejorar estos métodos mejorará nuestra forma de expresarnos.

Veamos, entonces, los aspectos físicos de la conversación:

La voz

Con la voz se efectúan sonidos; combinando esos sonidos se transforman en palabras y combinan olas palabras se expresan ideas y pensamientos. Para el máximo efecto del auditorio, esta combinación de palabras debe ser audible, clara y agradable de escuchar. Los medios por los cuales se producen, combinan y controlan sonidos son descriptos a continuación, con recomendaciones expresas para mejorar en el marco de las dificultades comunes.

Ritmo

El ritmo, al decir un discurso, es la velocidad con que un orador expresa sus palabras. Cada uno de nosotros tiene un ritmo "normal" de conversación.

Esto es en gran parte debido al resultado de nuestra educación, lo que nos rodeó mientras crecíamos y el medio ambiente donde nos hemos desarrollado. No hay un ritmo propiamente normalizado para hablar. No podemos hablar con una lentitud tal que invite a nuestros oyentes a dormitar. Tampoco podemos emitir las palabras tan rápidamente que se agolpen y no puedan ser comprendidas. Como regla general, debe hablarse lo ápidamente necesario para que resulte interesante y lo suficientemente despacio como para ser comprendido. Deje que su ritmo de hablar sea gobernado por el pensamiento, la idea o la emoción que está tratando de comunicar.

Se debe usar una modalidad lenta para manifestar preocupación, deliberación o tristeza. Se debe usar un ritmo más rápido para la alegría, la excitación la acción vigorosa. Dependiendo de la propia personalidad y de acuerdo con la idea que se quiera comunicar al auditorio, se puede agregar cierto énfasis, disminuyendo o aumentando el ritmo.

Dificultades comunes
1. Lento, es un ritmo cansador.

Esfuércese por mejorar el ritmo. Planee al expresar sus ideas específicas, rápida o lentamente, según convenga al caso. Lea en voz alta e interprete el sentido de las palabras por la entoncación que les dé al expresarlas.

2. Ligero, es un ritmo "ametralladora".

Esfuércese por disminuir. Reconozca la necesidad de los oyentes de asimilar ideas y deles el tiempo necesario para que así lo hagan, emitiendo las palabras claramente y haciendo pausas para dejarlas que "penetren". Lea en voz alta y exprese el significado de las palabras cuidadosamente, a un ritmo que encuadre con su interpretación.

3. Vacilante, ritmo "picado".

Concéntrese y manifieste cada idea por separado. Haga una profunda inspiración antes de comenzar y respire en su intermedio, pero no en la mitad de ideas y frases.

Pausas

Al escribir usamos puntos, comas, comillas y otros signos de puntuación para separar los pensamientos y las ideas y para otorgar a nuestras palabras el significado y el énfasis deseado. Al hablar se cumplen las mismas funciones en un más alto grado, debido a las pausas. Estas también se usan para obtener ciertos efectos, por ejemplo: el humor, el drama, o bien para provocar pensamientos. Al usar la pausa como efecto se debe reforzar dicho efecto por medio de una acción corporal, por ejemplo con la expresión de un gesto.

El uso apropiado de las pausas cumple cuatro misiones:

  1. Los escuchas quedan capacitados para absorber ideas.
  2. Se tiene oportunidad para poder concentrarse en otros puntos.
  3. Se da énfasis, significado e interpretación a las ideas.
  4. Se tiene oportunidad de respirar.
Dificultades comunes
1. Pausas insuficientes

Empiece por leer en voz alta algo que a usted le guste y esfuércese por hacer pausas entre ideas, puntos, comas y otros signos de puntuación. Ensaye después, usando las pausas, pero sin leer el material.

2. Demasiadas pausas.

Esta dificultad es causada comúnmente por falta de conocimiento en la materia o por no adecuar ni planear el discurso. El orador no está seguro de la secuencia de sus ideas y así tiene que organizarlas mientras está en el estrado. Estudie su material, organícelo en un papel y luego ensáyelo hasta que sus pensamientos y palabras fluyan con suavidad.

3. Uso excesivo de "Eh" o "Este".

No tenga miedo de hacer pausas. El silencio bien ubicado en el transcurso de un discurso es más efectivo que muchos sonidos guturales sin sentido. Use la misma técnica que la expuesta en el punto 2 (Demasiadas pausas), y deje de lado los "eh" y "este".

4. Pausas en medio de ideas.

Aquí su problema es el de coordinar dos funciones necesarias: pensar y respirar. Piense en sus oyentes mientras habla, concéntrese aclarando cada idea mediante una pausa interpuesta entre cada una de ellas. Luego coordine su respiración con el fraseo de sus palabras. Pequeñas pausas entre frases, respiraciones profundas o largas pausas entre las ideas.

Inflexión

Así como las notas musicales se vuelven melodía cuando se las coloca en distintos lugares de la escala musical, su voz se vuelve más interesante y sus palabras más significativas cuando se las varía de tono. Esta es la inflexión.

He aquí un ejemplo para ilustrar cómo los signos de puntuación y la debida inflexión de distintas palabras cambia el significado de una frase:

"El alumno Juan, dice la maestra, no sabe nada".

"El alumno Juan dice, la maestra no sabe nada".

La inflexión es la llave maestra de cualquier clase de expresión, emocional, persuasiva, convincente. Con ello se puede llevar al auditorio a las lágrimas o a la risa y también impirmir las ideas indeleblemente en sus espíritus. Sin ello los incitará a dormir.

Como la pausa, la inflexión es un modo de poner los puntos en un discurso, pone los signos de interrogación al final de las preguntas, hace el relato de los hechos más verídico y ayuda a poner el signo de admiración al final de alguna manifestación más ampulosa. La inflexión es la diferencia principal existente entre las palabras simplemente dichas y las ideas expresadas con significación.

Dificultades comunes
1. Monotonía. Sin inflexión.

Hemos dicho que la inflexión comprende sentimiento y significado. Pero esta es una situación similar a la vieja cuestión del "huevo y la gallina", porque también el sentimiento produce la inflexión. Uno debe demostrar espontáneamente lo que siente a través de lo que dice. Lea en voz alta y practique cambiando el tono de voz según el significado de las palabras.

2. Inflexiones mal colocadas.

Baje las inflexiones de la voz al final de las frases para expresar convicción y lo que es positivo. Téngase cuidado de las inflexiones graves dentro de la frase misma, porque cada inflexión grave da una sensación de finalización de la idea que se está manifestando, proporcionando una impresión desconectada en el espíritu de quien escucha. Use una inflexión levemente levantada dentro de la frase para indicar que el pensamiento no se completa; esto permite mantener juntas las ideas y dar unidad al pensamiento.

Fuerza

Una oración enérgica combina el volumen o el poder de la voz, con la vitalidad y la fuerza demostrada en la convicción del orador, colocando apropiadamente o enfatizando las frases y palabras claves. Como en el ritmo, la pausa y la inflexión, la fuerza lleva al sentimiento, dando sentido y agregando énfasis. Aun cuando existe disparidad en los tres factores previamente considerados, no pueden ser separados. Involucra ritmo, pausa e inflexión, aportando poder, plenitud de tono y una regulación correcta del tono alto de la voz.

El auditorio no responderá a un ruido constante en sus oídos del orador que grita y es insensible a los sentimientos. Tampoco se convencerá con los modos fríos, displicentes, de un orador que es calmoso, tranquilo conversador o sermoneador.

El conocimiento del tema y una firme convicción de lo que se planea, para exponer ideas, lo facultará para ponerse en contacto mental con el auditorio, guiando su pensamiento con calma, encauzando los puntos con seguridad y luego dejando que el silencio subraye el significado de las palabras.

Dificultades comunes
1. Falta de volumen

Trate de que las personas que están ubicadas más lejos lo oigan. Practique en un salón y hable a alguna persona ubicada en la última fila de asientos.

Muchas personas lo consiguen alzando el tono de voz y agregando un poco más del sonido nasal habitual. Sobre todo no grite, no esfuerce su voz. Mantenga pecho y garganta relajados.

2. Dar volumen al final de las palabras o frases

Levantar el volumen de voz y bajar al mismo tiempo el tono de voz, es generalmente el resultado de una confusión o falta de costumbre. Desarrolle el hábito de escuchar el sonido de su propia voz y podrá juzgar si se le oye o no. Lea en voz alta y concéntrese proyectando sus palabras hacia un escucha sentado al final del salón.

3. Fracaso al dar énfasis a los puntos importantes y/o palabras claves

Conozca su tema. Identifique sus puntos principales, después practique dando énfasis a los mismos. Usted no puede esperar que sus escuchas deduzcan de por sí las ideas principales. Usted debe interpretar para ellos, recalcando las frases y palabras claves con volumen, tono, ritmo y pausas.

Articulación

Hay dos tipos básicos de sonidos, vocales (a, e, i, o, u, y algunas veces y) y consonantes (todos los otros sonidos). La articulación para nuestros propósitos está definida como la producción y combinación de sonidos separados que producen el desarrollo verba. Comprende la acción de la lengua, dientes, mandíbulas y labios, conjuntamente con la respiración para formar y diferenciar los sonidos específicos. La riqueza del habla está radicada en las vocales; recuerden la máxima: "Las vocales dan belleza, las consonantes claridad". Repítase las vocales para sí mismo y note que la respiración se conforma de manera que se puede obtener una diferencia en el sonido no interrumpido. Ahora pronuncie las consonantes y note que cada una significa una interrupción de la corriente respiratoria por medio de la lengua, los labios y los músculos de la garganta.

Para ser un buen orador debe tener por objetivo la claridad en la articulación. Debe evitar temblor, tartamudeo y superposición de palabras. La oratoria será mas fluida y la tarea se encarará con más limpieza poniendo atención en lo que se dice.

Practique pronunciando palabras en la forma correcta que se deben decir. Recalque todas las consonantes, las "eses" finales, haciéndolo durante su conversación diaria. Relaje su garganta, lengua, mejillas y labios, y úselos para transformar los sonidos en palabras limpias, brillantes y claras.

Pronunciación

Pronunciación es el sonido o articulación de una palabra con acentuación en la sílaba que corresponde, en concordancia con el buen uso del idioma.

La ignorancia de una correcta pronunciación puede corregirse adquiriendo el hábito de escuchar cuidadosamente a oradores cultivado y usando el diccionario cuando se tenga dudas.

Gramática

La gramática es el uso correcto de las palabras; ello se adquiere familiarizándose con la buena literatura y vinculándose con gente bien hablada, en mucho mejor forma que memorizando reglas y principios académicos. Por sobre todas las cosas usted debe desear hablar correctamente.

El uso de la buena gramática debe basarse ante todo en un programa bien desarrollado. Se debe adquirir noción de lo que está bien o mal usado, no por un período de semanas y meses sino para toda la vida. Lea todo lo que pueda de los buenos escritores de la vida, escuche de cerca a la gente de léxico cultivado, utilice algunos textos de gramática y el uso de preguntas y respuestas que de ella provienen. Después practique la buena gramática. Su manera de hablar y su personalidad evidenciarán un gran cambio para mejorar.

Resumen

Aun cuando en esta sección se han especificado varios medios para corregir dificultades comunes, hay tres formas en que se pueden mejorar todos los matices de la voz.

  1. Por medio del uso de una cinta grabada, para poder escucharse periódicamente y saber cómo suena al oído de los demás nuestra voz. Eso faculta para corregir errores en el momento, lo que de otra forma puede pasar desapercibido.
  2. Leer en voz alta para una o varias personas. Si tiene hijos o una esposa paciente, o ambas cosas, ellos pueden constituir un buen auditorio. Elija lectura selecta, de la que usted particularmente disfrute, e interprete su significado mediante sus propias inflexiones de voz.
  3. Finalmente, escúchese a sí mismo. Adquiera el hábito de evaluar constantemente el uso de los factores anteriormente mencionados y, aunque no le sirvan de ayuda, podrán incrementar su efectividad.

Su cuerpo

Si uno aprende a hablar con efectividad, debe tener el firme convencimiento de que la voz solamente no basta. Si esto no fuera verdad, la televisión nunca hubiera llegado a popularizarse. Ver cómo habla una persona estimula la apreciación y la receptividad de ideas en el auditorio. El relator deberá usar su cuerpo para reforzar, dar más énfasis y clarificar sus ideas mientras habla.

Postura

La postura es el complemento del orador. La posición deberá ser cómoda, sin ser desmañada, erguida sin ser rígida. Deje descansar el cuerpo sobre la planta de los pies más que sobre los talones. Manténgase derecho con la seguridad de poderse controlar.

Movimiento

Movimiento es el desplazamiento de todo el cuerpo mientras atraviesa el estrado. Cualquier efecto del movimiento es para atraer la atención del auditorio; el ojo sigue instintivamente los movimientos del objeto y los enfoca. Los movimientos pueden converger con los pensamientos del orador. Las transiciones de un punto a otro del discurso pueden señalarse y hasta enfatizarse simplemente trasladando el peso del cuerpo de un pie a otro, o por un movimiento lateral de uno o dos pasos. Ese movimiento constituye una seña como de que "he terminado con este punto, ahora atendamos este otro". Comiéncese siempre el movimiento lateral con el pie del lado hacia el cual se va a dirigir; esto evita un cruce torpe de pies. Luego avance uno o dos pasos con naturalidad en esa dirección. Los movimientos de adelanto o retroceso implican el grado de importancia de la idea. Un paso hacia adelante significa que se está llegando a un punto importante que uno no quiere que pierda el auditorio; eso recalca el punto. Un movimiento hacia atrás sugiere que se desea el relajamiento de los oyentes y dejar que la última idea eche raíces antes de que se prosiga con la siguiente.

Una regla básica es la moderación:; No se puede estar enclavado en un lugar, pero tampoco se mueva todo el tiempo. Cuando se mueva hágalo ágilmente y con decisión. Cuando su capacidad y experiencia aumenten, encontrará que su movimiento se torna menos rutinario y más significativo.

Gestos

Un gesto es el movimiento de alguna parte del cuerpo para expresar el pensamiento o la emoción, o para reforzar la expresión oral. Los brazos y las manos son las herramientas principales del gesto. Los gestos debieran ser practicados como una parte natural de su manera de hablar. Deben surgir espontáneamente del entusiasmo, la convicción y la emoción. Hay dos tipos básicos de gestos: el convencional y el descriptivo.

Gestos convencionales

Señalando

El dedo índice ha sido utilizado universalmente para indicar la dirección y llamar la atención sobre los objetos que se señalan. Puede utilizarse para reforzar una acusación o desafío, o para señalar directamente al auditorio o a alguna persona imaginaria.

Dar o recibir

Si se debe alcanzar a alguien una hoja de papel o extender la mano para aceptar una que nos ofrecen, la palma de la mano quedará hacia arriba. Este mismo movimiento se utiliza para sugerir que se da una idea a los escuchas o para pedirles que presten su apoyo. Algunas veces el gesto de señalar la idea se manifiesta con una mano mientras la otra se utiliza para señalar.

Rechazo

Un movimiento del brazo y de la mano hacia adelante, con la mano vuelta hacia el auditorio, puede utilizarse para reforzar una manifestación como ésta: "Un momento, esto no se puede tolerar".

Puño cerrado

Este gesto está reservado para usarlo en expresiones de fuerza, como cólera, poder o determinación. El puño cerrado puede usarse para recalcar manifestaciones como ésta: "Debemos poner toda nuestra energía para cumplir este objetivo".

Dividiendo

Moviendo la mano de lado a lado, con la palma vertical, se indica una separación de hechos o ideas, o se divide al auditorio en dos fracciones de oposición imaginarias.

Restringiendo

La mano se extiende a la altura del hombro, con la palma hacia afuera y hacia abajo. Este es un gesto que se puede usar cuando se dice, por ejemplo: "Ahora tómalo con tranquilidad", "Espere un minuto" o "Ya vamos llegando a eso".

Gestos descriptivos

Los gestos descriptivos retratan un objeto o ilustran una acción. El orador describe la medida, la forma o el movimiento de un objeto por imitación. Un golpe vigoroso se demuestra golpeando con el puño, la altura levantando la mano hasta el nivel deseado, la rapidez por un rápido sacudir de brazo, los movimientos complicados o humorísticos haciendo una pantomima descriptiva.

Los tipos de gestos descriptos han sido expuestos para dar una idea de lo que se puede hacer con ellos, así como algunos ejemplos de su uso.

Su uso dependerá en gran escala de su modalidad, si esta es vigorosa y dinámica o calma y despaciosa. Pero, aparte de la personalidad, los gestos agregarán efectividad a su discurso si relaja sus hombros, brazos y manos y se concentra en dar a su auditorio el significado y la importancia de sus ideas.

Expresión facial

La expresión facial es un tipo de gesto, pero es tratado por separado aquí a causa de su importancia. Si usted quiere influir en el ánimo de las personas, inspirarlas y aun interesarlas, su rostro debe denotar lo que usted piensa y siente. La falta más común en la expresión facial es el ausentismo o carencia total de expresión; esto puede suceder al recorrer con la mirada al auditorio hasta encontrar algún rostro que le sonría o que tenga por naturaleza un rostro agradable.

Devuélvale la sonrisa y se encontrará con que ha entibiado el ambiente de sus oyentes. Inconscientemente su rostro adquirirá una expresividad especial. Otra dificultad que se encuentra a menudo son las expresiones constantemente intensas que , generalmente, ostentan una especie de fruncimiento de entrecejo. Sobrepóngase con una relajación total y luego despliegue su intensidad en las ideas claves. Finalmente, recuerde que Ud. no es un indio de madera ni un payaso. Usted es un ser humano y cuanto más humano parezca más influencia tendrá sobre el auditorio.

Su mente

Por cuanto la oratoria es un medio de comunicar pensamiento e ideas de una persona a otra, se sabe que el elemento básico del habla, generador de estos pensamientos e ideas, es la mente. Por supuesto, es necesario que su mente tenga conocimientos del tema material y del lenguaje, y dirigirá la voz hacia el habla. Si la única función de la mente fuera la de producir la oratoria, escuchar resultaría una tarea aburrida y cansadora verdaderamente. Ninguno de nosotros tendría "personalidad", no habría risas ni lágrimas. La habilidad del orador para inspirar, convencer, persuadir o interesar a su auditorio, proviene principalmente de la emoción, no necesariamente en el sentido de la alegría, la pena, el amor y el odio, pero más frecuentemente emoción el el sentido de una fuerte creencia, convicción, seriedad, absoluta sinceridad o entusiasmo dinámico. En esa forma la emoción es indicadora de su actitud.

Hay cuatro indicadores específicos de la actitud de un orador cabal, cada uno de los cuales se explican en los siguientes párrafos.

Sinceridad

La sinceridad, desde el punto de vista del relator, es el formal deseo de convencer al auditorio de la veracidad y el valor de sus ideas. Hay tres fuentes de recursos para la sinceridad:

  1. La creencia personal e intensa del orador en su materia.
  2. La creencia del orador en el valor de su tema en relación los oyentes.
  3. El deseo del orador de obtener un éxito personal como resultado de la realización de una buena tarea.

La primera de estas fuentes es ideal; la segunda deseable y ejerce la mayor influencia; la tercera, aun cuando indeseable, si es solamente la fuente de sinceridad del orador, es la que se encuentra más a menudo porque de las tres es la que más fácilmente genera dentro de uno mismo.

Suponiendo que usted es sincero en por lo menos una de las formas descriptas, debe demostrar su sinceridad. Si uno aparece como creyendo en lo que dice, entonces se ha efectuado el mayor paso para convencer al auditorio de su importancia. La sinceridad se demuestra de muchas maneras. Dirigida o como modalidad por medio de la expresión facial, claridad de explicación, una combinación apropiada de humildad y autoridad, el uso efectivo de la voz y del cuerpo para reforzar y enfatizar las ideas. Referente a la capacidad de sinceridad que influye en usted, sin importar cómo su personalidad le dicta que lo demuestre, lo importante es que el auditorio vea, oiga y sienta la propia convicción que usted tiene de lo que expresa.

Confianza

Para obtener seguridad se deben tener tres requisitos básicos: conocimiento del tema, confianza en la habilidad de expresión y habilidad para controlar la nerviosidad o el "susto de estrado". Confianza en que su habilidad proviene del ensayo y la experiencia. Ambas condiciones son imprescindibles para que el individuo cumpla su cometido. Pero el tercer factor requiere alguna explicación.

Controlar el miedo al estrado es algo que puede ser practicado. Una respiración uniforme tiene un efecto calmante en todo el cuerpo. Relajar los músculos del cuerpo todo lo posible es otra ayuda para mantener el porte y un control más completo. Algunos oradores encuentran que caminar y moverse a propósito libera de la energía nerviosa acumulada y trae equilibrio y soltura. Otros son partidarios de un pequeño ensayo o de "tomar bríos" un poco antes de la presentación. Cualquiera de los métodos que anteceden sirven para reducir el miedo de estrado y otorgar la confianza. Recuerde que el problema reside en controlar la reacción natural. Si el orador no siente miedo de estrado no toma su tarea l suficientemente en serio como para cumplirla con efectividad.

Si usted se para derecho, se mueve a propósito, mira a su auditorio en los ojos y deja que sus ideas fluyan libremente y con claridad, sin tropiezos ni torpes dudas, aparecerá ante el auditorio como convincente y lo mejor de todo es que lo será en realidad.

Entusiasmo

La palabra entusiasmo ha sido usada previamente al describir otros aspectos de la oratoria efectiva, principalmente porque no hay otra palabra para ello y porque no se le puede desasociar completamente de ninguno de los factores que contribuyen a la oratoria eficaz. Desde el punto de vista del orador, el entusiasmo puede definirse provechosamente como la exteriorización de la sinceridad. Entusiasmo no es gustar, no es oratoria altisonante, afectada ni súper dramática, no es movimiento de brazos ni brincar sobre el estrado. Más bien es la forma en que uno demuestra la propia convicción sobre el tema. Usted indudablemente puede y debe ser entusiasta, pero recuerde: cada uno a su manera. Las que son personalidades dinámicas y vigorosas demostrarán su entusiasmo con movimientos ágiles y enérgicos, gestos vivos, oratoria comparativamente rápida, inflexiones amplias y variadas y plenitud de fuerza vocal. Aquellas con una naturaleza menos dotada se moverán o gesticularán con menos energía, hablarán en tono más mesurado, usarán fuerza solamente en las palabras y las ideas claves, harán mayor uso de la pausa para lograr efecto y mantendrán una modalidad calma, agradable, pero convincente y autoritaria. Otros, probablemente la mayoría combinarán varias de las características de ambos extremos. No se esconda bajo una apariencia de dignidad, adoptando una posición de rigidez, pues convertirá su discurso en un monótono susurrar de palabras. Mental, emocional y físicamente estará perdido. No detenerse ante nada, excepto lo que nos indique nuestro sentido común y decencia, para persuadir, convencer y ENSEÑAR! Cuanto usted haga será regido por sus características  personales, rasgos y cualidades, pero debe usted hacerlo!

Humor

Es totalmente posible que un instructor que tiene los necesarios atributos de sinceridad, confianza y entusiasmo esté estancado aun en su propia actitud. Una persona que retacea el sentido del humor dará al auditorio la impresión de que es irreal, inhumano y terriblemente engreído. El humor es una cualidad que demuestra que uno es, después de todo, justamente otro ser humano, y que tiene un caluroso y vívido interés por todo lo que lo rodea. Tener sentido del humor no implica la habilidad inherente de contar chistes jocosos, aun cuando existe ciertamente en la buena enseñanza un lugar para cuentos humorísticos de tipo apropiado. El tipo de humor violentamente risueño tiene su lugar, pero no es un régimen permanente. Más efectiva es la habilidad de sacar ventaja de situaciones no ensayadas, haciendo un breve comentario, una pausa bien hecha, o por una simple pero abierta sonrisa. El humor dirigido por uno mismo es el sistema más efectivo. Aparte de lo decente, la única regla a seguir referente al humor es el buen juicio.

Resumen

Cuando se ha ganado el interés, cuando las normas se han alcanzado, cuando la acción demostrada ha obtenido las respuestas y la receptividad del auditorio, entonces usted es un orador efectivo.

Su objetivo consistirá en hacer todo lo que usted pueda para:

  1. Comprender cómo se habla con efectividad.
  2. Planificar, mejorar.
  3. Practicar, todos los días, cada día, donde quiera que esté o con quien quiera que hable. Usted tiene en sus manos los medios por los cuales puede llegar a la meta.

Y mientras practica mantenga eso siempre en su mente: Es más difícil ser sencillo en la oratoria que ser fantasioso, ser simple que ser artificial, ser lo que somos que pretender ser lo que no somos.

Desarrollo del curso de Oratoria Efectiva

Para desarrollar un curso de ORATORIA EFECTIVA se necesita lo siguiente.

  1. Tarjetas simples de registros de aproximadamente 7,5 cm x 10 cm.
  2. Papel para votar, tomar notas, etc.
  3. Dar una copia del folleto "Procedimiento para Oratoria Efectiva" (Miren quien está hablando).
  4. Una campanilla.
  5. Una caja de alfileres para pegar las tarjetas en las solapas.
  6. Un director, presidente y vicepresidente que sean entusiastas, pero que también comprendan cuál debe ser su actitud para con los estudiantes.

El desarrollo del curso deberá ser planeado teniendo en cuenta los siguientes detalles.

  1. Cursos de diez sesiones, una vez por semana.
  2. Cada sesión comenzará a las 19:30, aunque haya solamente un alumno presente.
  3. Curso limitado a 25 personas.
  4. Curso libre para miembros de su cámara.
  5. El curso ha de ser dictado de manera que los estudiantes hagan progresos, sesión por sesión, para hacerles sentir que paulatinamente se van acercando al propósito del curso.
  6. La décima sesión será la culminación del curso y tendrá carácter de reunión social, enteramente dirigida por los mismos estudiantes.
  7. Cursos de participación sin oradores externos.

Sesión N° 1

Inscripción: De 19 a 19:30

Bienvenida: Por el vicepresidente, que hace su propia presentación, unas pocas consideraciones y presenta al presidente.

Presidente: Si el presidente de la institución está presente, debe hacer él las presentaciones. Felicitará a los presentes por su visión y valor al participar en este entrenamiento y les dirá que emprenderán un fascinante proyecto que les proporcionará entrenamiento directivo en forma amena y entretenida.

Indicar la programación general del curso:

  • Diez reuniones semanales.
  • El curso comienza a las 19:30.

Incite a una constante asistencia, dígales que lo que obtendrán del entrenamiento dependerá exclusivamente de su propio empeño.

Todo lo que el curso puede hacer es ayudarlos y, después de todo, eso es lo que una enseñanza sobre cualquier tema pretende lograr. Les proporcionará mejor porte, valor y confianza en sí mismos. En este punto, el presidente les hará una demostración de lo que el estudiante será capaz de hacer después de diez semanas. El presidente les dirá a los estudiantes que cualquier observación será objetiva y constructiva y que no se hará hasta que no se evidencie confianza.

La primera sesión está destinada a desarrollar confianza y valor:

  1. Cada estudiante tendrá un minuto y medio para hablar sobre sí mismo, dar su nombre, su dirección, decir dónde trabaja, qué clase de trabajo realiza, etc. Cada estudiante llamado al frente a conversar deberá ubicarse frente al auditorio.
    1. El orador deberá cesar en la charla al sonar la campanilla.
    2. El instructor deberá dar primero un ejemplo.
    3. Los estudiantes aplaudirán antes y después de cada charla.
  2. Postura: El instructor puede referirse a la mejor forma de pararse y actuar ante un auditorio.
    Sonrisa: No es necesario forzar una sonrisa. Sonría sólo cuando le parezca conveniente.
    Ademanes: Solamente cuando surjan naturales, no los fuerce. Los ademanes surgirán espontáneos de la fuerza y el entusiasmo que usted ponga en la charla.
  3. Diez minutos de descanso.
  4. Estribillo para entrar en calor. Estos ejercicios, como los deportivos, están previstos para dar soltura, disipar los nervios, por medio de la actividad física.
    "Juniorismo es: Acción entusiasmo y energía"
    Primero la demostración será hecha por el instructor, luego repetida por toda la clase, luego desarrollada por grupos de tres personas en el frente de la clase.
  5. Anunciar el programa de la semana siguiente.
  6. Un minuto y medio de charla general sobre la actual línea de trabajo y cómo el curso ha de beneficiarlos.

Sesión N° 2

  1. Comenzar con un estribillo para entrar en calor. Este ejercicio debe ser hecho por el grupo y luego en forma individual. "Estoy firmemente convencido de que la oratoria sólo requiere practica, práctica y más práctica". El instructor debe enfatizar este ejercicio, demostrar soltura en los ademanes, modelar las graduaciones de la voz y dar énfasis poniendo fuerza y calor en sus expresiones. Obtendrá así un efecto definitivo sobre sus oyentes.
  2. Recitación de un simple monólogo: "Estoy frente a una tranquera de un inmenso campo, rodeado enteramente por un alambrado. Empujo la tranquera, la abro y me encuentro rodeado de ovejas grandes, medianas y pequeñas". Este ejercicio encierra solamente una pequeña fuerza expresiva. El instructor no tomará esto en cuenta y dejará que el énfasis que se pretende obtener sea logrado por el estudiante. Este ejercicio debe ser memorizado y recitado por el grupo, luego individualmente.
  3. Demostrar una actividad: Cada estudiante deberá demostrar una actividad por lo menos durante veinte segundos. Esta actividad deberá basarse sobre cualquier tema elegido por el estudiante: manejar un automóvil, patear una pelota, amasar pastas, etc. Al demostrar esta actividad, el estudiante pondrá en ella su mente y se olvidará del auditorio. Para eso habrá que incitar al estudiante a que se concentre en el tópico, piense en él y se olvide de los demás.
  4. Estribillo para entrar en calor: "Juniorismo es ...", repetido por todo el grupo.
  5. 10 minutos de descanso.
  6. El estribillo para entrar en calor será repetido por el grupo en su totalidad y en grupos de a tres.
  7. Anunciar el programa de la próxima semana.
  8. Charla improvisad de cada miembro con una duración no mayor de sesenta segundos. Los tópicos serán repartidos a grupos de cinco personas para que los estudiantes tengan tiempo de meditar sobre el tema.
  9. Estribillo para entrar en calor repetido por la totalidad del grupo.
  10. Cierre.

Sesión Nº 3

  1. Estribillo para entrar en calor. Este se repetirá en grupos y luego individualmente. El instructor lo dirá dos veces y con más énfasis que cualquiera. Este estribillo de entusiasmo debe ser expresado con fuerza y con ademanes convenientes.
  2. Charla preparada en sesenta segundos por todos los estudiantes, sobre cualquier tópico elegido por ellos mismos. Se aconseja, sin embargo, que los estudiantes elijan un tópico estimulante (algo que desprecien fuertemente o que amen apasionadamente.) Esta es una de las sesiones más importantes del curso. Los estudiantes serán requeridos para repetir las mismas charlas durante tres veces esa misma noche. Deberán desarrollarla con todo el entusiasmo de que son capaces. Esta sesión está destinada especialmente para que los estudiantes se olviden de sí mismos y se concentren sólo en el tema. Debe ser una sesión bulliciosa.
  3. Estribillo de entusiasmo: "Juniorismo... etc.".
  4. 10 minutos de descanso.
  5. Estribillo para entrar en calor. Este debe ser repetido por grupos de a tres.
  6. Anunciar el programa de la próxima semana.
  7. Sesenta segundos para que cada estudiante exponga los mismos tópicos en la forma mencionada anteriormente en el punto b. Esta vez, sin embargo el estudiante hablará estimulado. Usará un largo rollo de papel de diario para golpear fuertemente sobre la mesa y enfatizar su discurso. Esta charla durará sesenta segundos.
  8. Cada estudiante repetirá la misma charla como en el punto g, pero esta vez sin la ayuda del papel de diario. La charla deberá desenvolverse con la misma fuerza y animación que en el punto g.
  9. Estribillo para entrar en calor: "Juniorismo ...".
  10. Cierre.

Sesión Nº 4

  1. Comenzar con un nuevo ejercicio para entrar en calor: "Por aquí, señoras y señores... El espectáculo comienza dentro de cinco minutos... Sí, solamente cinco minutos para que comience el espectáculo más grande de la tierra. ADELANTE! ... ADELANTE! ... ADELANTE!". Esto debe decirse con animación y con gestos apropiados, primeramente por la totalidad del grupo y después en grupos de tres.
  2. Cada estudiante recitará el monólogo: "Estoy frente a una tranquera...", según se indica en la sesión Nº 2, punto b. Debe repetirla dos veces seguidas, la primera con un tono extremadamente agrio y la segunda demostrando toda la jocosidad que le resulte posible. En la segunda los estudiantes se divertirán tanto que estallarán en carcajadas varias veces.
  3. Preparar una charla de un minuto y medio sobre un tópico elegido por los estudiantes. Esta charla sin embargo, será efectuada con interferencias, es decir, con algunas interrupciones provenientes del auditorio. Estas interrupciones no tendrán carácter personal para el disertante. El mejor método a emplearse es el de dividir la clase en cinco grupos y una persona de cada grupo dirá lo siguiente:
    1. Después de un día de trabajo, oradores... !
    2. Oh, qué mal me siento!
    3. Dénos otro, igual al anterior.
    4. Apuren! Apuren! Apuren!
    5. Tranquilo! Tranquilo! Tranquilo!

    Cada uno de los cinco del grupo interrumpirá al orador, pero éste deberá hacerse oír por sobre las interferencias y continuar como si no existieran.

  4. Estribillo para entrar en calor: "Juniorismo es...", repetido por todos.
  5. 10 minutos de descanso.
  6. Estribillo para entrar en calor, repetido por todo el grupo.
  7. Anunciar el programa de la próxima reunión.
  8. Presentación de un orador, agradecimiento al mismo haciendo una presentación.
  9. Cierre.
Presentación de un orador
  1. Tema (T)
  2. Importancia (I)
  3. Orador (O)
Sugerencias
  1. Recuerde el nombre del orador. Esté seguro de anunciar su nombre correctamente.
  2. Anuncie el nombre del orador claramente, tan claramente como para que no pueda confundírsele.
  3. No gire hacia el orador cuando anuncie su nombre. El orador conoce su nombre perfectamente, pero el auditorio puede tener sus dudas. Tampoco el auditorio seguirá detrás de su voz, así que continúe enfrentando al auditorio cuando diga "He aquí al señor Equis".
  4. Concrete hechos sobre el orador, no dé opiniones, no diga generalidades como: "Es uno de los oradores más conocidos", "Ha sido bien elegido para que hable sobre el tema". Más bien dé una idea convincente: Que está capacitado para discutir el tema, qué es lo que ha hecho el orador, qué posición mantiene, por qué está facultado para hablar sobre el tema, etc.
  5. Relate los hechos correctamente o de otro modo el orador puede comenzar su alocución diciendo: "La presentación que ustedes acaban de oír es correcta, excepto tres puntos: 1) El anunciante pronunció mal mi nombre, 2) Yo no mantengo la posición que manifestó, 3) No voy a hablar del tema que anunció.
  6. Sea breve, no hable más de sesenta segundos, la presentación no es una charla importante.
  7. Anuncie el tema del orador y diga a los escuchas por qué habrá de interesarles.
  8. No trate de impresionar al auditorio con un vocabulario rebuscado o utilizando términos técnicos.
  9. Ni lo escriba, ni lo memorice. Si lo hace tendrá doble trabajo.
  10. No comience con una broma. El 99% de las veces fracasa y los escuchas le tendrán lástima. No trate de hacerlo a menos que tenga una infalible. Expláyese con sinceridad y simpatía.
Elaboración de fórmula
  1. Informe a los escuchas sobre el tema que abordará el orador. Despierte en ellos el deseo de escuchar el discurso.
  2. Diga al auditorio quién es el orador y cómo se ha ganado el derecho de hablar sobre el tema.
  3. Usted tiene la obligación para con la persona que está presentando de poner una buena dosis de interés en la presentación. Actúe como si fuera un verdadero privilegio, siéntase feliz de ello. Manténgase animado.

Sesión Nº 5

  1. Comenzar con el estribillo para entrar en calor: "Juniorismo ..."
  2. Continuar con otro estribillo: "SE-ñor PRESI-dente, MIEM-bros del CON-sejo, HONO-rables INVITADOS, SEÑO-ras y SEÑO-res. Me han PEDIDO QUE HABLE sobre un TE-ma del que no sé AB-SO-LU-TA-MEN-TE NA-DA. ASI que el CON-sejo que yo les doy es que RECO-jan sus ABRI-gos y se VAYAN A SUS CASAS".
  3. Los instructores deberán hacer un breve repaso sobre presentación y agradecimiento a los oradores.
  4. Los estudiantes harán presentaciones de oradores imaginarios de su propia elección. La presentación deberá ser de 30 a 60 segundos y el agradecimiento de 15 a 30 segundos. El auditorio deberá aplaudir después de cada presentación. Luego los estudiantes comenzarán el agradecimiento.
  5. Estribillo para entrar en calor a elección del instructor.
  6. Presentaciones -oradores- efectuadas por dos hombres al frente del auditorio, uno presentando y el otro agradeciendo la presentación. El que agradece es el siguiente en hacer la presentación.
  7. Estribillo para entrar en calor a elección del instructor.
  8. Descanso de 10 minutos.
  9. Estribillo: "SE-ñor PRESI-dente..."
  10. Anunciar el programa de la próxima reunión.
  11. Breve discusión sobre cualquier problema de los estudiantes relacionado con discursos de presentación y agradecimiento. Luego repítanse los discursos de presentación y agradecimiento, enfatizando aún con más fuerza y animación.
  12. Estribillo para entrar en calor.
  13. Cierre.

Sesión Nº 6

  1. Estribillo para entrar en calor repetido por todo el grupo.
  2. Cada estudiante debe repetirlo individualmente: "SE-ñor PRESI-dente...", como consta en la Sesión Nº 5, punto b.
  3. Cambio improvisado. Divida la clase en dos grupos. Hágalos poner de pie en hilera frente a frente. Haga que uno de los alumnos comience con una charla improvisada y apenas concluida ésta proporcione un tópico para una charla improvisada a otra persona de la hilera de enfrente; las charlas pueden ser de una duración de cinco segundos o un minuto, o lo que el estudiante pueda mantenerse hablando. No se aplaude.
  4. Charlas improvisadas. Tópicos a ser elegidos por los instructores. A los estudiantes debe separárselos en grupos de cuatro. Charlas de 30 a 60 segundos de duración. Enfatice cuando se dirija a la presidencia, completando su alocución con charlas animadas y sinceras.
  5. Estribillo para entrar en calor: "Juniorismo..."
  6. Descanso de 10 minutos.
  7. Charla improvisada como en el punto c anteriormente citado.
  8. Anunciar el programa de la próxima reunión.
  9. Preparar una charla de dos a tres minutos. La superioridad en muchos campos depende de mejores técnicas. He aquí una fórmula para una charla de dos o tres minutos, sea para un discurso, una conferencia de negocios, una entrevista o una venta. Una charla tiene tres etapas:
    1. Ejemplo
    2. Razón
    3. Objetivo
    El ejemplo

    Ilustrar el objetivo. Deberá ser una historia de acción, sea paralela al objetivo o contraria a él, a fin de causar desatino o prudencia del ejemplo. Al empezar, hágalo con el ejemplo porque atrae el interés del auditorio, desde que involucra acción. No importa que la tarea sea pesada; tan pronto como el orador relata una historia debida, escucharán con renovado interés. Después del ejemplo no importa en qué orden o en qué punto se explaye, siempre que sea expresado clara y firmemente. Fije el punto que expone fuertemente y construya la charla sobre él. El instructor debe dar un ejemplo sobre este punto.

    La razón

    Deberá explicarse por qué el punto es necesario o ventajoso.

    El objetivo

    En la mayoría de las charlas, aun cuando se sobrepasen los tres minutos, salvo excepción, deberá tocarse un solo tema y con seguridad no más de dos en charlas de dos a tres minutos. El tema será el que Uds. quieran que sus escuchas desarrollen, la idea central debe converger hacia ellos.

  10. Preparación de las charlas
    1. Piense las ideas en sus ratos de ocio; las ideas no surgen de golpe en nuestras mentes, sino que se desarrollan lentamente y crecen día y noche. Las ideas se van acumulando y un pensamiento conduce a otro.
    2. Tome nota de sus ideas a medida que ellas afluyan. cuando las ideas aparezcan anótelas. Escribiéndolas las grabará más claramente en la mente y serán causa del desarrollo de otras ideas.
    3. Piénselo. Esto unirá todas las ideas distintas; después colóquelas en orden de esta manera: ejemplo, razón, objetivo.
    4. No memorice. Si se memoriza una charla, el mayor grade de concentración descansará en las palabras memorizadas. Los científicos dicen que es más fácil para el cerebro pensar hacia adelante que hacia atrás. ¿Quién recuerda detalladamente lo que hizo hace cinco minutos? Pero todos somos capaces de visualizar en un minuto los detalles de lo que querríamos hacer cinco minutos después. si memorizamos ponemos obstáculos en nuestro sendero. El auditorio tiene relación con una cantidad de palabras y no con las ideas, y eso es lo que una charla expresa: ideas. Ningún auditorio quiere escuchar un discurso escrito; usted no parecerá humano tratando de decirle algo al auditorio. Si su charla es memorizada, usted trata de hacer dos cosas: memorizar sus palabras y sus ideas. Eso resultará doblemente difícil, porque usted debe preocuparse solamente por las ideas.
  11. Evaluación del discurso

    Dando al auditorio las reacciones del orador y diciéndole la mejor manera de salir airoso.

    Propósito

    Ayudar al orador a adelantar. Hablar no es una ciencia, por eso el evaluador expresa solamente su opinión; las opiniones pueden diferir.

    ¿Qué es lo que se obtiene de la evaluación?

    El orador aprenderá a captar las reacciones del auditorio, única prueba fehaciente de un buen discurso. El evaluador no necesita ser tan bueno como el orador porque es la reacción la que es importante. Además, cada evaluador ofrecerá una charla improvisada exponiendo su crítica.

    Método

    Los mismos estudiantes serán los evaluadores y los instructores evaluarán a su vez a los evaluados. Estos últimos incluirán algunos puntos más destacados, así como algunos de menor cuantía, y la necesidad de adelantar. Deberá basarse en fundamentos, no en pequeñeces como aquello de "manos en el bolsillo, vestimenta... etc.", porque si existen fundamentos como el deseo de comunicar sus sentimientos a los escuchas presentes, entonces desaparecerán los pequeños detalles.

    Puntos sugeridos de evaluación
    1. ¿Ha elegido el orador un tema en el que puede hablar a causa de sus estudios o experiencias?
    2. ¿Despliega el deseo de comunicar sus sentimientos o convicciones?
    3. ¿Tiene su exposición entusiasmo, animación, sinceridad?
    4. Parece su charla bien preparada o parece sólo memorizada?
    5. ¿Contiene ejemplos? ¿Están sus puntos bien presentados?
  12. Estribillo para entrar en claro a elección del instructor.
  13. Cierre.

Sesión Nº 7

  1. Estribillo para entrar en calor: "Juniorismo ..."
  2. Nuevo estribillo para entrar en calor: "Yo conozco hombres estancados y que seguirán estancados. ¿Por qué? ¡Yo les diré porqué! Simple y llanamente porque no tienen la habilidad de terminar lo que han comenzado."
    Esto demuestra que para hablar con fuerza y convicción no se necesita gritar, sino dar amplia manifestación a nuestras convicciones.
  3. Dos o tres minutos de discurso utilizando la fórmula de: Ejemplo, Razón, Objetivo. Los tópicos pueden ser de la propia elección del orador. Al término de cada uno de ellos serán evaluados por algún otro estudiante. Se proveerá a los evaluadores de planillas de evaluación o copias miemográficas. Después que las charlas sean completadas, el instructor evaluará a los evaluadores. El instructor no debe evaluar a los oradores.
  4. Descanso de 10 minutos.
  5. Improvisación. Dividir la clase en dos grupos con estudiantes que ofrecerán una breve charla en un sector y luego darán los tópicos a sus oponentes del otro sector.
  6. Anunciar el programa de la próxima semana.
  7. Preparar una charla de cinco a siete minutos.
    Elegir un tópico:
    1. Hable sobre un tema que domine: Sus estudios o experiencias.
    2. Elija algún tema en el que está vivamente interesado y sobre el que se sienta firmemente seguro. Algo de lo vivido, sentido o experimentado.
    3. Vaya a la biblioteca y asesórese sobre el objetivo, prepare más material del que se necesita.
  8. Cierre.

Sesión Nº 8

  1. Estribillo para entrar en calor, por los grupos y después individualmente.
  2. Tres a cinco minutos de charla preparada, individual y distintas evaluaciones individuales.
  3. Improvisación. Divida los estudiantes en dos grupos y haga que individualmente se "acribillen" con tópicos los unos a los otros.
  4. Tres discursos preparados de cinco minutos serán evaluados por los estudiantes y éstos por los instructores.
  5. Descanso de diez minutos.
  6. Estribillo para entrar en calor: "Juniorismo ...".
  7. Tres discursos preparados de cinco minutos con sus evaluaciones correspondientes.
  8. Improvisación como en el punto c, anteriormente citado.
  9. Anunciar el programa de la próxima semana.
  10. Grabador: Cada estudiante grabará una charla de veinte segundos sobre cualquier tópico de su elección. Haga luego escuchar la grabación al grupo.
  11. Cierre.

Sesión Nº 9

  1. Estribillo para entrar en calor repetido por el grupo y después en grupos de tres.
  2. Tres charlas preparadas de cinco minutos, igual que en el punto b de la Sesión Nº 8.
  3. Ejercicio improvisado. Los estudiantes sacarán tópicos de un sombrero, por sorteo, uno por vez, y tendrán treinta segundos para preparar charlas de un minuto de duración.
  4. Tres discursos preparados de cinco minutos con sus evaluaciones correspondientes.
  5. Descanso de diez minutos.
  6. Ejercicio de improvisación como en el punto c.
  7. Todas las charlas restantes de cinco minutos con sus evaluaciones correspondientes.
  8. Abrir discusión referente a la décima sesión, que debe ser preparada, desarrollada y efectuada por los mismos estudiantes.
  9. Último estribillo para entrar en calor, a elección de los estudiantes.
  10. Cierre.

Sesión Nº 10

Esta deberá ser una reunión social para cerrar el curso con la participación de todos los juniors de capítulo y sus esposas. Servir copetín o cena. Adjudicar premios para los competidores que tomen parte en esta sesión.

Sugerencias para este concurso final:

  1. Al mejor discurso improvisado (90 segundos)
  2. Al mejor discurso preparado (90 segundos)
  3. Al orador que progresó más desde el comienzo del curso.

Concluir reiterando que es posible un mayor perfeccionamiento, pero que ello sólo se logrará mediante una práctica constante.

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