Estamos Todos Alambrados

Pablo Di Masso
ALAMBRADO
72 x 102 cm
Tinta sobre papel
Año 2012
Pablo Di Masso
ALAMBRADO
72 x 102 cm
Tinta sobre papel
Año 2012 [fuente]
pablodimasso.com.ar/Obras/(p)/1

Estamos Todos Alambrados

sábado, 11 de agosto de 2012 13:26
Re: Solicitar Permiso

Pablo Di Masso

Caro Augusto,

“Estamos todos alambrados”, escuché que me decía el tipo del dibujo cuando terminé el rostro. No me pareció ni bien ni mal que me diera su opinión. Estaba en su derecho. Pero cuando terminé el cuadro y me alejé para echarle un vistazo de conjunto comprendí finalmente lo que me había querido decir.

Estar alambrado, si lo entendí bien, significa que uno no está atrapado dentro del corral, sino que forma parte de la muralla de contención desde el interior. Parece que el enemigo, además de ser los otros, somos uno mismo. Me sentí algo culpable porque a fin de cuentas el responsable de esa maraña de la que el tipo quería deshacerse junto con el pájaro sin discurso era yo.

Uno siempre está en la onda de la utopía de trenzarse y destrenzarse como si tuviera el control.

No creo que sea un descubrimiento, pero la tendencia a gobernar el trazo está siempre presente como una condición posterior. Quiero decir que, al menos en este sentido, uno no es el trazo sino que vamos por detrás de la línea que avanza y procuramos, yo procuro, seguirle la pista con una cierta coherencia que va cobrando velocidad a medida en que se dispersan las formas.

Por eso de tanto en tanto es imperativo alejarse para recuperar el aliento y comprobar, a veces con desazón, lo que ha ido creciendo sobre el papel entintado. Hay ocasiones en las que, mirando atónito el resultado, me pregunto dónde estoy yo en ese cuadro, dónde están mis decisiones o mi finalidad. Y no hay respuesta porque la pintura ya es cosa suya. De ella misma. Y yo me reconozco como un observador.

Al final lo que me alarmó fue esa señal de estar todos alambrados y descubrir que lo importante era aparecer entre la maraña, dejar constancia de que más allá de las servidumbres del oficio de ser personaje de un dibujo existe la alternativa de rebelarse. Y eso cuenta mucho en tiempos de desolación global, miserias letales, hambrunas impunes y consentidos sinsentidos bélicos.

Por último tuve una duda y me pareció más justo llamar a toda la historieta “Desalambrado” porque ese y no otro era el propósito del hombre y el pájaro. Derrotar el ninguneo y dar cuenta de sus ganas de emancipación huyendo del enrejado multicolor, y blanco y negro, que procuraba cubrirlos como un camuflaje humillante.

Pero no hubiera sido un final feliz para el dibujo el regalo de una conquista que todavía necesitaba tiempo para ser exitosa. Y se quedó en “Alambrado”.

Va un abrazo,

Pablo.

- Muchas gracias Pablo !

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