El Señor Amaman y su Gran Tapiz

Pablo Di Masso
AMAMAN
30 x 40 cm
Pablo Di Masso
AMAMAN
30 x 40 cm
pablodimasso.com.ar

El Señor Amaman y su Gran Tapiz

Jueves, 11 de Junio de 2009 09:20 a.m.
Re: Solicitar Permiso

Pablo Di Masso

Caro Augusto,

naturalmente que puedes hacerte cargo, ilustrativamente hablando, del Señor Amaman. No es un fugitivo de Guantánamo, ni siquiera un perseguido por la búshida Acta Patriótica, ese gran contrato de demolición humana y negociados variopintos. Nada de eso, el tipo tiene apelativo musulmán, que no fundamentalista, porque sus amigos del barrio de Arroyito, en Rosario, lo vieron una vez en el vestuario de Rosario Central, justo antes de que fuera probado como wing izquierdo, en esa época se llamaban wings, y descubrieron que el tipo tenía algo así como un falo con recámara colorida donde, según aseguró en aquel momento, iría escribiendo, cuadrado a cuadrado, los nombres de las diosas a las que atrajera a su madriguera de estudiante de filosofía, lento pero voluntarioso y empedernido.

Con el tiempo fue componiendo un gran tapiz con nombres de mujeres de todos los ámbitos y hábitos, sobre todo hábitos, y aunque jamás daba sus nombres reales, era un caballero, sí que las registraba con motes del todo oportunos como "Libélula encabritada", "Amazona feroz", "Poetisa descontrolada" e, incluso, "Militante orgasmática", como si la arboladura de su pubis nada angelical fuese un archivo de las múltiples exploraciones sexo-culturales de la época.

Ya se sabe qué época... entre el Baby Boom y la aparición del sida.

El hecho es que muchas de aquellas lobeznas con el tiempo se unieron en una suerte de secta de la memoria púbica y bautizaron al entrañable amante de Arroyito con el adecuado mote de "Amaman". Queda aclarado y debidamente explicado, sin riesgo, porque ahora, es de esperar, no hay ya vuelos secretos de la CIA que lo trasladen, secuetro impune mediante, para martirizarlo sin escrúpulos. No es un riesgo que se pudiera correr hace unos meses porque el amigo del cuadro es ya un sexagenario de sonrisa aviesa.

Un abrazo. Pablo Di Masso.

Muchas gracias Pablo !

Está visto que era un amante de la estadística y tenía su propio indec para cuestiones de su interés.

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