Augusto,

el tipo del banjo hace rato que dejó la pose. Y el marco. Un día comencé a silbar para que él, entre uno y otro mate, acompañara mi falta de oído con sus cuerdas y no lo hizo. Lo busqué, pero el marco estaba vacío. Supuse, conociendo el temperamento del músico, que había ido al rodaje de una película de los hermanos Coen. Lo tienen hechizado desde que George Clooney se escapó de la cárcel y cantaba como un montañés feroz. Solía hacerlo de tanto en tanto. Esta vez, en cambio, no regresó. Los Coen me dijeron que no lo habían visto desde que se llevaran el Oscar. De modo que me alegra que vos lo rescates de algún modo en base a esa imagen de él que conseguí enclaustrar en la red. Estaré atento. Ah, claro, podés meterlo en tu página, aunque no te aseguro que no haya aprendido a escapar incluso cuando no es el original...