Lo Único Cierto es que lo Pinté un Mes de Marzo

Pablo Di Masso
MARZO
2011
38 x 56cm
Pablo Di Masso
MARZO
2011
38 x 56cm
pablodimasso.com.ar

Lo Único Cierto es que lo Pinté un Mes de Marzo

viernes, 21 de octubre de 2011 09:08
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Pablo Di Masso

Caro Augusto,

El dibujo se llama “Marzo” porque fue un día de ese mes, hace ya algún tiempo, cuando conocí la historia de Petra Yorgas.

Al principio me pareció muy claro que era un nombre inventado. Daba la impresión de ser el personaje de una película de la resistencia griega durante aquellos años reflejados en “Los cañones de Navarone”, más que el de una stripper mulata, bellísima, nacida en Sudáfrica.

Madre de piel achocolatada y padre argentino, de Boedo, la muchacha decidió muy joven que su época no era para perder el tiempo esperando que la dulce Pretoria dejara evaporar la sangre. Se subió a un barco, de poli...¿zona? autorizada, como amante del contramaestre, un tipo parecido a Tug Transom, y llegó a Marsella primero y luego, cambiando de barco y de amante, a Buenos Aires.

Tenía 19 años. Y la carne ilustrada de una mujer madura que había sabido comprender su sino. Al menos, eso fue lo que me contó Mike, cuando compartió conmigo su aventura con ella.

Mike dijo que ella, mientras devoraba los gajos de una mandarina, le había regalado una sentencia: “Vi mi cuerpo reflejado en una cristalera y supe que allí estaba mi futuro. Comprendí mi sino...”

Durante dos años recorrió las provincias realizando pequeños espectáculos de desnudismo en locales muy sofisticados, muchos de ellos desconocidos para el gran público, integrándose en una de esas redes que parecen más allá del bien y del mal pero de la que Petra, a pesar de todos los riesgos y momentos de acoso sufridos, o gozados, salió indemne.

“Es posible que lo que me haya contado sea producto de su imaginación, o que haya realizado una adaptación personal de algún cuento de Borges. Era una mina lectora y con memoria. Una mujer peligrosa más allá de su extraordinaria belleza física”, añadió Mike para sí mismo.

El relato, si hubiese que respetar todos los detalles, sería jugoso pero interminable. Esto también lo dijo Mike, aunque yo le pedí que procurara recordarlo todo. Y, efectivamente, era una larga batalla de trincheras interminables y ejércitos súbitos y de costumbres insólitas.

Pero yo me quedé con la parte de Borges porque me conmovió de un modo inesperado.

En una ocasión, le explicó a Mike, en Buenos Aires, la invitaron a un baile de disfraces. Nunca quiso dar la dirección del lugar, aunque por sus referencias no estaba muy lejos del Río de la Plata, en una de esas calles que mueren en la barranca, o descienden por ella, a la altura de Acassuso.

Cuando pienso en todo aquello, desde hoy, no puedo dejar de imaginar la mansión de “Eyes Wide Shut” y esa tenebrosa secta en enmascarados pudientes y mujeres perfectas y desnudas.

Pero no fue eso lo que encontró la muchacha danzarina.

Llegó a una gran casa de una sola planta, más parecida a un hotel decadente que a un enclave de lujo. La iluminación era escasa y siguió un sendero flanqueado por pequeños faroles hasta la entrada. No se cruzó con nadie hasta llegar a un gran salón de piso cuadriculado en blanco y negro donde solamente había un sillón de terciopelo granate.

“Nunca pude descubrir si la música que llegaba hasta mí procedía de la casa misma o la creaba yo, la imaginaba yo, incluso a mi pesar...”, le dijo a Mike.

Toda su vida había saltado de desafío en desafío, ella misma era la coreografía de su aventura, de modo que se sentó en el sillón muy tensa y alerta. Hasta que se reclinó y miró hacia arriba. Vio entonces un laberinto desde abajo.

El techo del gigantesco salón era el piso transparente de un intrincado laberinto. Según ella, la visión era fascinante, como si le hubiera sido concedida la posibilidad de encontrar todas las respuestas. No supo cuánto tiempo estuvo así, mirando hacia arriba, recorriendo los pasillos con salida y sin salida.

Durante una fracción de segundo escapó al hechizo para pensar dónde estaba en realidad ese espacio enmarañado si la casa era de una única planta.

Fue entonces cuando vio al tigre avanzando por aquellos recovecos con una seguridad temible.

Petra dijo que entonces bajó el rostro, con el cuello entumecido y miró el suelo. Ya no había baldosas blancas y negras en damero, sino un enorme espejo que reflejaba, a sus pies, el laberinto del techo con el tigre rodeándola una y otra vez desde una geografía invertida.

Con esa imagen hipnótica se durmió.

Abrió los ojos cuando un rayo de sol pegó en su rostro. A la luz del día el salón era el de una casa abandonada y polvorienta. El piso cuadriculado estaba sucio y con charcos de agua verde, el techo descascarado y con las molduras colgando; la salida a pocos pasos.

Y se marchó de allí casi feliz.

Bajó por un sendero de la barranca en dirección al río y se cruzó con el tipo de mi dibujo, un sin techo atildado, con un loro mudo encaramado a la guitarra. El hombre la miró con interés, sin malicia y le dijo “Ya somos el olvido que seremos”.

La frase es de Borges y tal vez por esas suspicacias que nos arruinan la vida pensé, en su momento, que era una imaginería de la bailadora.

¿Tiene alguna importancia? Yo creo que no.

Lo único cierto es que lo pinté un mes de marzo.

Un abrazo,

Pablo.

Muchas gracias Pablo ! Van algunas imagenes. Tu retrato de la mulata showwoman me trajo al recuerdo Josephine Baker, y, agrego un video que pudo formar parte del repertorio de Petra Yorgas: youtube.com/watch?v=wmw5eGh888Y (01:07) Banana Dance. Josephine también estuvo en Buenos Aires. No llegué a verla. Años después cené una vez en el restaurante de su marido, el director de orquesta Jo Buillon, se llamaba Bistró y quedaba en la calle Sinclair. Más recientemente, en el espectáculo de Alberto Agüero, Fantasía en Blanco y Negro, 2009, hubo un cuadro con Josephine, protagonizado maravillosamente, por Perla Ledesma. La vimos de cerca, y las fotos están en alberto-aguero.com.ar/es/fotos ... negro-2009.html

Pablo Di Masso
MARZO
2011
38 x 56cm The Guns of Navarone (1961) Black Thunder, Josephine Baker
Paul Colin Tug Transom Jorge Luis Borges
Caricaturas de escritores de Fernando Vicente Ojos bien cerrados (1999) Pintura corporal como disfraz de tigre

  1. Pablo Di Masso
    MARZO
    2011
    38 x 56cm: pablodimasso.com.ar
  2. The Guns of Navarone (1961): imdb.com/media/rm2689439232/tt0054953
  3. Black Thunder, Josephine Baker
    Paul Colin: allposters.es/-sp/Black-Thunde ... rs_i351037_.htm
  4. Tug Transom: todocoleccion.net/tug-transom~x10610777
  5. Jorge Luis Borges
    Caricaturas de escritores de Fernando Vicente: tecnoculto.com/2009/06/19/cari ... ernando-vicente
  6. Ojos bien cerrados (1999): imdb.com/title/tt0120663
  7. Pintura corporal como disfraz de tigre: todohalloween.net/2009/06/pint ... z-de-tigre.html

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