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La responsabilidad de capacitar directivos

Un examen crítico de la vida de cada grupo mostrará períodos de intensa actividad, períodos de apatía y aun períodos de rebeldía interior.

Siempre hay una relación directa entre el comportamiento del grupo y la capacidad de su conductor. Es probable que un grupo realice proezas asombrosas de esfuerzo voluntario un año y que al año siguiente, sin embargo, las mismas personas, bajo diferente dirección, se dividan, se tornen apáticas y rehúsen responder a los estímulos del nuevo director. Es una de las responsabilidades propias de la dirección prever para que se realice la continuidad del esfuerzo preparando gente que pueda asumir la tarea directiva. Debe haber un fluir de personal instruido que surja del conjunto.

Una corriente continua de ejecutivos con cierta experiencia previa, asegura una corriente pareja de esfuerzos en cada grupo, un mayor grado de cohesión y un amplio "espíritu de solidaridad".

Se presupone que la tarea de instruir a un sucesor puede desviar la atención del ejecutivo en la tarea más productiva de "hacer que las cosas se realicen". Pero evitará un período de inactividad cuando el funcionario entrante asuma las responsabilidades y tenga que asentarse antes de comenzar a tomar decisiones.

El total del nivel de producción es mayor en la vida del grupo porque se han eliminado las depresiones en la actividad.

¿Qué ocurre con los subalternos? ¿Tienen ellos alguna responsabilidad sobre la dirección?

Es nuestro deber enseñar también a los subalternos que depende de ellos alguna responsabilidad sobre el progreso de los grupos y que toda la responsabilidad de adelante no debe descansar únicamente sobre el jefe.

"La dirección es una responsabilidad compartida"

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