Iban Oxigenando una Vocación Literaria que Nunca los Satisfacía

Pablo Di Masso
UN TRAGO MÁS
2011
36 x 51cm
Pablo Di Masso
UN TRAGO MÁS
2011
36 x 51cm
pablodimasso.com.ar

Iban Oxigenando una Vocación Literaria que Nunca los Satisfacía

martes, 11 de octubre de 2011 22:45
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Pablo Di Masso

Caro Augusto,

En su momento, y no hace falta definir el tiempo, ni siquiera el lugar, Peitopheles de Nonnanita recordó que los poetas, como Ferracini o el Negro Aldana, o incluso Vinacua, compañeros de una adolescencia de altillos helados y pobreza compartida, solían fundir el remolino de ficciones que por entonces los asolaba como una promesa imposible, juntando palabras casi emborrachadamente.

De ese modo, respirando de a poquito, iban oxigenando una vocación literaria que nunca los satisfacía, como debe ser si uno considera que escribir forma parte de la evolución de la especie. Al menos, de la especie de los escribidores.

Uno de ellos se murió una noche de invierno feroz, atrapado por un amor no correspondido, y en esa madrugada insoportable un anciano amigo del poeta enfermó para siempre de tuberculosis y acabó yéndose él también en unos pocos meses.

La historia, por triste que parezca, nunca dejó de formar parte de la leyenda casi lúdica de aquel grupo de amigos que, con el tiempo, bifurcaron necesariamente sus caminos.

Uno de ellos, que el viejo cuentista jamás nombró, supongo que por un pudor ante sí mismo ya que, como él mismo aseguraba, no le debía nada a nadie, escribió un poema final. Lo hizo sentado a la mesa de un bar rosarino, La Capital, frente a la redacción del diario “decano de la prensa argentina”, porque allí le permitían pasar toda la noche con un único café y no lo incordiaban mientras buscaba afanosamente la palabra justa.

Según Peitopheles no es su mejor poema. Ni mucho menos. Pero fue el último porque a la mañana siguiente desapareció para siempre.

Quienes lo vieron reclinado sobre un papel de envolver con un lápiz demasiado gastado dicen que sonreía y que el último de los parroquianos, por alguna razón que sólo él debió aventurar, lo invitó con una cerveza de barril.

De modo que, antes de reproducir el poema, aclaro que cuando pensé en dibujarlo lo hice como si fuera feliz, con aquella sonrisa recordada, la copa de cerverza en la mano y mirando a una cámara inexistente que, supongo, para él era la boca negra del futuro.

Utopías

Los zapatos gastados
la muerte de la madre
la memoria sin sosiego
el pasado que no se cura
la impunidad de los miserables
la solidaridad, tan obstinada y desvanecida
los tumores del poder, en permanente canibalismo
los amigos que nos sonríen de lejos,
los que se perdieron en sus historias,
la ira que trepa sin alud en el futuro
las palabras sin ortografía
la risa que mira a otra parte
los asesinos que veranean
los torturadores que festejan
las víctimas que se eternizan
la gente que traga alimentos y noticiarios
las democracias de los genocidas
la enfermedad de los mejores
la insistencia de la muerte
esa humanidad que sobra
en la patria de los depredadores,
la utopía es la angustia,
y mi angustia es la carcajada de dios.

Un abrazo,

Pablo.

Muchas gracias Pablo !

Pablo Di Masso
UN TRAGO MÁS
2011
36 x 51cm Edificio Diario La Capital, Rosario, Argentina.

  1. Pablo Di Masso
    UN TRAGO MÁS
    2011
    36 x 51cm: pablodimasso.com.ar
  2. Edificio Diario La Capital, Rosario, Argentina.: laterminalrosario.wordpress.co ... ales-peligrosos

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